-Llegamos hasta aquí siguiendo nuestra firme convicción, nuestros cuerpos serán despojos, nuestras piernas se doblegarán, nuestras manos no podrán empuñar la espada, nuestra fuerza nos abandonará en un suspiro… y mientras exhalamos nuestro último aliento recordaremos a nuestros hijos, nuestras esposas, nuestros padres y a nuestros hermanos.
-Saborearemos el más delicioso manjar y recordaremos la más cálida y dulce compañía.
-Pero no moriremos hoy, permaneceremos vivos en la mente de los hombres mientras se cuente nuestra hazaña y se narre nuestra historia. Por eso nuestra muerte será perpetua... pagaremos con nuestra sangre la vida eterna, muerte y vida, vida eterna…
El resonar de las voces fervientes se hizo presente, cada hombre, cada soldado clamando su himno y su lugar en la historia, todos al unísono, hermanados para morir y vivir por siempre:
-¡Permaneceremos! (¡morir para vivir!) ¡Permaneceremos!
-¡Permaneceremos! ¡Permaneceremos!...
No hay comentarios:
Publicar un comentario